Hace tiempo que no os presentaba una receta salada y creo que va siendo hora, no sólo de bizcochos, tartas, etc se alimenta el hombre, ¿verdad?. Y la receta que hoy os propongo es sanísima, facilísima, originalísima, a pesar de su sencillez, y todos los superlativos que se os ocurran. Me ha encantado hacerla, porque además de no tener grasa, puesto que se hace al horno, conjuga la carne de pollo con la piña salteada que es una maravilla. Pero, venga, vamos corriendo a ver cómo se hacen estas estupendas albóndigas de pollo con piña y soja.
Si hay algo sencillo, socorrido y que gusta en todas las casas son las albóndigas. Las puedes hacer de carne de ternera, pescado,… yo últimamente las hago mucho de pollo, pues son menos pesadas y admiten también muchas combinaciones a las que quizás estemos menos habituados. Esta receta de hoy tiene piña, que le da un frescor y una jugosidad estupendas para esta época de verano en la que nos adentramos. Vamos a ello.
Ingredientes:
(para 4 personas)
500 grs de carne picada de pollo (yo prefiero la de contramuslo, más jugosa)
1 cebolleta
una lata de 1 kg de piña en su jugo
salsa de soja
Harina de maíz
Preparación:
Lo primero que haremos será caramelizar la cebolleta. Yo lo hago sin azúcar, añadiéndole poco a poco agua, para que la cebolla se haga en sus propios azúcares. La dejamos hacer, lentamente.
Mientras tanto, abrimos la lata de piña y trituramos aproximadamente 3/4 de la lata (dejamos el resto para hacer como guarnición) y lo añadimos a la carne picada, junto con sal al gusto. Cuando está la cebolla caramelizada, la añadimos también a la carne picada y la piña y mezclamos hasta conseguir que esté bien integrado. A continuación, le damos forma (a mi me gustan redondas, no muy grandes) y las ponemos en una fuente de horno, con papel sulfurizado, sin aceite. La metemos al horno, alrededor de 20 minutos (depende del tamaño).
Aprovechamos para hacer la guarnición. Cogemos el resto de piña y la troceamos en cuadraditos; ponemos una sartén con una cucharada de aceite y dejamos que la piña se haga, caramelizándose un poco. A continuación, añadimos el zumo de la lata de piña y un chorretón de salsa de soja (a nuestro gusto, cuidado con la sal). Como a mí me gusta una salsa espesa, a mitad de cocción, he añadido una cucharadita de harina de maíz ( pongo una cucharadita de esta harina en un vaso y le incorporo parte de la salsa de la sartén; remuevo y la incorporo para que espese, nunca directamente). Si os gusta menos espesa, podéis añadirlo un poquito de agua, a cada uno le gusta de una manera diferente.
Una vez hechas las albóndigas en el horno las incorporamos a la sartén para que cojan el sabor de la salsa…..y a comer.
Espero que os haya gustado.